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De la Escuela de Osaka a Roma
Roma (Japón)
Roma (Italia). El 21 de agosto de 2017, algunos profesores japoneses de la Escuela “Giosei Gakuen”, de las Hijas de María Auxiliadora de Osaka, han visitado la Casa Generalicia de las FMA en Roma: el Rector de la Escuela de las FMA de Osaka, Ikuta Kazutoshi; el director della Escuela elemental, Kametani Kazuhiro; la vice-presidenta de la Escuela elemental, Nakagawa Miki. Los ha acompañado sor Mie Shimamoto, que acaba de terminar el Curso de Espiritualidad Salesiana en la Casa “Madre Ersilia Canta”.
Después del saludo de la Directora, sor Bernarda Santamaría y de la Secretaria general, sor Piera Cavaglià, han visitado la Capilla, la Muestra del carisma y la Sala Mariana.
Objetivo de la visita era conocer la Casa generalicia, tener contacto directo con la universalidad y la espiritualidad del Instituto de las FMA, nacido en Mornese y extendido en los cinco continentes.
Los profesores se han acercado a las “fuentes del carisma”, visitando primero Turín, el Colle Don Bosco y, después, Mornese. Para preparar el viaje, habían leído mucho sobre los fundadores, Don Bosco y Madre Mazzarello, pero - como han expresado - visitar los lugares concretos, encontrarse con las personas y escuchar la voz de la Naturaleza y del tiempo, han hecho que la experiencia haya sido bellísima e inolvidable.
Lo que más llama la atención en estos encuentros es descubrir que el carisma, aunque haya nacido en una determinada cultura y en un concreto período histórico, puede ser vivido e inculturado, con excelentes frutos, en Japón y en todo el mundo.
Su fuerza dinámica radica en la fuente de la que brota: la vitalidad inextinguible del Espíritu Santo, que lo ha suscitado en la Iglesia y en la Sociedad, como respuesta a las esperanzas educativas de los jóvenes de todo el mundo, sin diferencias de raza, lengua o religión.
Los profesores han demostrado una capacidad grande y profunda, para ponerse a la escucha y dejarse interpelar por el carisma, para entenderlo, profundizarlo y vivirlo, con más fidelidad aún, en la Escuela de Osaka, frecuentada diariamente por 1.500 alumnos y alumnas.
Si la Escuela quiere continuar haciendo resplandecer la propia identidad salesiana, en el tiempo, ha de continuar confrontándose con el carisma salesiano y con su potencialidad profética, para ser un gran taller de cultura, de humanidad y de salesianidad, para todos los alumnos y profesores, donde Don Bosco y María Dominga Mazzarello estén siempre “vivos” y puedan ser contemporáneos del rostro japonés.